Especial para AUTORUTAS/ENRIQUE KOGAN

Los alemanes son conocidos por su sangre fría, y con un nuevo requerimiento de un ministerio, lo están demostrando.

El Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital de Alemania, ha entregado una lista de 20 directrices para que los fabricantes de automóviles tengan en cuenta cuando los pasajeros sean llevados por la conducción autónoma.

Si un impacto es inevitable, este ministerio alemán, sugiere que un automóvil auto dirigido debe ser programado para pasar por arriba de un perro, un animal o aplastar una casa en su camino, en lugar de arriesgarse a matar a uno de los ocupantes del vehículo.

La clave entre ellos es que la vida humana representa la parte superior de la pirámide proverbial. Además, si un accidente es inevitable, un automóvil no puede tener en cuenta ningún aspecto de las personas involucradas, ya sea su edad, sexo o discapacidades físicas y mentales.

El panel también afirma que ciertas leyes para la conducción autónoma son éticamente necesarias, si los sistemas causan menos accidentes que los conductores humanos.

Esto representa un atolladero potencial para los legisladores que podrían eventualmente ser confrontados, con intentar implementar una nueva ley que ordene la conducción autónoma.

En términos de responsabilidad, el ministerio está claro que debe haber una manera de determinar cuándo un automóvil conduce a sí mismo, y cuando está bajo control humano, lo que implica que un fabricante podría ser encontrado culpable por un accidente que implica un automóvil de auto-conducción.

Este fue un tema que he tocado varias veces, ya que las seguradoras no se han puesto de acuerdo, de cómo van a asegurar a un conductor que su auto autónomo atropelló y mató a un ser humano en su camino.

Mientras que el comité hace un caso que los conductores deben tener control total sobre los datos recogidos por el vehículo, también indica que el vehículo debe documentar y almacenar qué conductores asumen el control del mismo.

Si bien estas directrices equivalen a poco más que una fuerte recomendación a la importante industria automovilística de Alemania, todavía mantienen una influencia considerable a nivel mundial.

Al posicionarse a la vanguardia de las consideraciones éticas sobre la auto-conducción, Alemania ha establecido un modelo sobre el que probablemente se basará cualquier regulación a nivel de la Unión Europea.

Tales regulaciones afectarían a cada automóvil vendido en el mercado europeo, incluso los fabricados en los Estados Unidos y un Reino Unido post-Brexit.

Como consecuencia, las nuevas directrices anunciadas por Alemania podrían muy bien influir en todos los demás mercados del mundo.

El gabinete alemán se comprometió a ponerlas en práctica, pero el verdadero poder vendrá si el Parlamento Europeo toma el tema.