Especial para Autorutas/David Tamariz y Merys Figueroa

Se vale todo para capturar el interés del mercado automotor. Y si hay que traer campeones, que mejor que Alfa Romeo, que cuenta con estampa de ganador en el mundo automotor.  Fiat Chrysler trae el Alfa Romeo Giulia para que la marca Italiana siga con vida en autopistas americanas.

Con parachoques traseros y paneles laterales musculares líneas apretadas que fluyen suavemente hacia abajo y el capó en una parrilla en forma en su corta delantera, el Giulia querrá infundir un poco brío italiano a los modelos de la marca que pululan en los concesionarios.

El Giulia tiene un parecido sorprendente a la M3 de BMW, aunque no sé si eso es una estrategia intencional para atraer la atención o no.

El Giulia está disponible en dos modelos, el de alto rendimiento Quadrifoglio que llega al mercado por primera vez, con motor turbo V6 con 505 caballos de fuerza y 443 libras-pie de torque.

Dirigido precisamente a los entusiastas de la conducción, el Giulia ofrece una transmisión manual de seis velocidades, excelente distribución del peso  ya que Alfa reclama un equilibrio trasera casi perfecto 50 por ciento adelante / 50 por ciento, suspensión adaptada y tecnologías de manipulación. Trae ruedas de 19 pulgadas y frenos Brembo.

Las funciones de asistencia al conductor incluyen frenado de emergencia autónomo, control de crucero adaptado, que puede llevar el coche a una parada completa, alerta de cambio de carril, monitoreo de punto ciego, detección cruzada ruta trasera y delantera y sensores de estacionamiento traseros.

El interior del Gulia se destaca con tapicería de cuero y Alcantara (una especie de gamuza sintética), asientos de carreras opcionales Sparco, de fibra de carbono y una pantalla de información y entretenimiento con pantalla táctil de 8,8 pulgadas con la navegación 3D.

Las versiones más económicas están impulsadas por un motor de cuatro cilindros turboalimentado con 276 caballos de fuerza. La tracción trasera es estándar y la tracción total estará disponible con un costo extra.

Los modelos oscilan entre modos confort y economía a modo dinámico más enérgico y un modo carrera totalmente comprometida que sintoniza los gases de escape, el motor, la transmisión y la suspensión con ajustes más agresivos.

El Alfa Romeo Giulia sale a pelear en un terreno minado, donde las ventas han estado débiles, y con los fuertes del segmento como la Serie 3 de BMW o el Mercedes-Benz Clase C, el Jaguar XE, el Audi A4, el Infiniti Q50 y el agonizante Cadillac ATS.

Algún Sudamericano o Europeo que conoce la marca, vive en las ciudades costeras como Miami, Los Ángeles o Nueva York, y quiere salirse de la tangente para tener un Giulia y ser distinto a los demás, es un comprador, pero dudo que los Americanos, que saben que los vehículos Italianos son los mejores amigos de los mecánicos, quieran cambiar su modelo Alemán o Japonés, por un Gulia.

Como predije que los Fiat que se venden en USA o el Alfa Romeo 4C eran solo juguetes de algunos, y así lo fué, pasará lo mismo con el Giulia, que se ve muy lindo y es muy rápido, pero no es para el consumidor americano, que no tiene tiempo para los mecánicos.